La vida cambia y el diseño adaptativo se adapta a cada necesidad ideando proyectos de viviendas capaces de responder a las necesidades de sus residentes y a su propio entorno.  Sobre esta base se asienta la arquitectura adaptativa que busca crear proyectos pensados para evolucionar. Este enfoque constructivo comenzó a desarrollarse en la década de los 80 y sigue incorporando novedades día a día.

¿Qué es la arquitectura adaptativa? La arquitectura flexible o adaptativa se centra en diseñar proyectos pensados para cambiar al mismo tiempo que el clima, las personas, la tecnología o la economía. Permite diseñar fachadas que ahorran y generan energía, distribuciones que se adaptan a cada etapa de la vida y, por tanto, resistentes, sostenibles y duraderos.

Inicios de la arquitectura adaptativa

A lo largo de la historia de la arquitectura, la luz siempre ha sido protagonista y tendencias como la arquitectura sostenible y la arquitectura inteligente han terminado de poner en el foco a este concepto de diseño como una forma perfecta de adaptar los edificios al futuro.

Diseño adaptativo en los 80

En 1981 Mike Davis dio forma a la denominada “polyvalent wall” una propuesta de fachada construida con una fina capa de cristal con la que ponía sobre la mesa la necesidad de aprovechar la luz natural desde el diseño arquitectónico. Quizás un primer paso para la arquitectura adaptativa. Sin embargo, fue en 1987 cuando la mirada de los arquitectos de todo el mundo se centró en París con la puesta en marcha de un edificio emblemático, el Instituto del Mundo Árabe, ideado por Jean Nouvel, que combinó de forma vanguardista la tecnología con la eficiencia energética y el arte. Galardonado con numerosos premios, es una muestra clara de lo que el diseño adaptativo puede aportar a la arquitectura y a la vida. Un centro cívico de más de nueve plantas cuya fachada permite regular la entrada de luz, entre otros avances tecnológicos incorporados al edificio y que dio paso a un sinfín de investigaciones y propuestas que vemos integradas en construcciones actuales.

Avances en la arquitectura flexible

Controlar la luz natural y proteger de la radiación directa del sol era el objetivo de DP Architects cuando dieron forma al Singapore Lyceum Theatre en 2002 con la colaboración de Michel Wilford & Partners. La fachada envolvente del edificio se conformó con 7.139 parasoles piramidales. Estos parasoles generaban una fachada desmaterializada que permitía recoger la luz del sol sin sufrir la radiación. Un sistema que compartía coincidencias con el desarrollado en 2012 por SOMA Architecture y Knippers Helbig, que en este caso, a través de un sistema de lamas, dieron forma a la fachada del Flectofin & One Ocean Thematic Pavilion con motivo de la Expo de Korea. Inspirado en las flores del paraíso, las lamas se doblan hasta 90º según los cambios en la temperatura y sin necesidad de bisagras.

Biotecnología y diseño adaptativo para el futuro

Los materiales sostenibles son una prioridad en el diseño adaptativo, ya que el enfoque determina una necesidad total de evolución con su entorno. En 2013, Ove Arup, SCC y Colt Internacional dieron forma a la fachada bio-reactiva Solar Leaf, formada por microalgas. A través de paneles nutridos de sistemas vivos, la fachada conseguía reducir el impacto de la radiación o aumentar la entrada de luz natural en función de la cantidad. Un sistema innovador que abre la puerta a numerosas adaptaciones para la creación de edificios sostenibles y adaptativos.

Diseño adaptativo también en el interior

Aunque la envolvente y la fachada del edificio, en diseño adaptativo, conforman una parte esencial de cualquier proyecto constructivo, la distribución interior y el uso de los espacios también es una constante en las propuestas arquitectónicas. Las distintas fases de la vida pueden llevar a una vivienda a precisar de diferentes distribuciones que se adaptan a las necesidades concretas de sus usuarios.

Viviendas flexibles

Este enfoque en el diseño arquitectónico parte de la base de espacios diáfanos que puedes distribuir de diferentes formas. Respetando los muros de carga y las vigas fundamentales, permite estructurar la vivienda en diferentes distribuciones a través de la integración de diferentes sistemas. En algunos casos, se estructuran en materiales fáciles de incorporar, como es el caso de la madera, mientras en otros, integran paredes móviles para separar los espacios sin necesidad de volver a trabajar sobre la estructura.

Sistemas modulares para distribuir el interior

Las casas modulares forman parte de esta tendencia de diseño adaptativo, ya que permiten ampliar o reducir los metros cuadrados disponibles. Los módulos construidos en distintos materiales e iniciados con el aprovechamiento de los contenedores de transporte marítimo, forman parte ya del parque inmobiliario tanto en zonas rurales como urbanas. Construidas con módulos de hormigón y transportadas a su destino final, introducen paredes acristaladas, conectan estancias y crean alturas para aprovechar el entorno y el espacio disponible.

Integrar paredes móviles en el diseño adaptativo

Otras formas de diseñar viviendas que permitan adaptar el espacio a las necesidades incluyen las paredes móviles. Fabricadas habitualmente en vidrio para permitir la entrada de luz natural y sin perfiles verticales que eviten la visibilidad, este tipo de paredes se integra en espacios de mayor tamaño para crear estancias diferentes. A través de guías inferiores y superiores, las hojas de cristal se mueven para abrir o cerrar el espacio. Cocinas que se integran con el salón, salón integrado con la terraza o habitaciones compartidas que reparten espacios cuando los más pequeños crecen.

 Acristalamiento, el gran aliado del diseño adaptativo

Como hemos visto, el diseño adaptativo requiere de materiales fáciles de reciclar, con alta durabilidad y con una huella de carbono reducida. Al mismo tiempo, el aprovechamiento del entorno inmediato, potenciando la luz natural, así como la integración de la tecnología más avanzada, para optimizar el uso de recursos tan valiosos como el agua o la energía, convierten al acristalamiento en uno de los principales aliados del diseño adaptativo.

Diseño adaptativo y fabricación a medida

Los sistemas Lumon se fabrican a medida, posibilitando al diseño adaptativo múltiples opciones para su integración en todo tipo de proyectos constructivos. Desde plano y con asesoramiento personalizado en la fase de diseño, los sistemas para fachadas, terrazas y porches, así como las paredes y techos móviles, facilitan la generación de soluciones de acristalamiento sostenibles, eficientes y flexibles.

Soporta climas extremos

El vidrio templado, fabricado en distintos grosores, nació para soportar climas extremos en el norte de Europa. La primera terraza acristalada de Lumon, en Finlandia, sigue funcionando perfectamente después de 40 años de uso. Las cortinas de cristal soportan vientos de hasta 300 km/h y se convierten en la barrera perfecta para integrar el interior con el exterior, manteniendo la climatización interior a la temperatura ideal.

Diseño adaptativo para diferentes sectores

Las diferentes soluciones de diseño adaptativo que tienen el vidrio como protagonista se adaptan a diferentes sectores empresariales desde las fachadas para vivienda residencial o edificios de oficinas, a la integración en espacios abiertos como patios, porches, áticos o terrazas para adaptarse a los cambios climatológicos, pero también en la restauración o en el diseño de viviendas desde plano.